miércoles, 21 de octubre de 2009

Los viajes de Lucas Ventura



Hoy hemos presentado mi libro “Los Viajes de Lucas Ventura”, en la Biblioteca Pública de Cáceres, llevaba ya bastante tiempo esperando a que llegara este día. Primero me avisaron de que sería allá por el mes de Marzo, luego en la feria del libro, luego a finales de junio, más tarde antes del día de Extremadura, después del día de Extremadura… y por fin ha sido hoy. El problema consistía en primer lugar en que debía llegar mi turno, y en segundo lugar en que el libro iba a ser presentado por la Consejera de Cultura, Leonor Flores, y en la agenda de Leonor resulta difícil encontrar un hueco.


No soy una persona nerviosa, pero siempre da respeto enfrentarse a un acto así. Lo he intentado llevar muy preparado y creo que los asistentes han salido contentos, yo al menos he salido satisfecho, que ya es bastante. Me acompañaron en la mesa Luis Sáez, el Director de la Editora Regional de Extremadura y Leonor Flores, a la que yo conocía personalmente de la época en la que era concejala de Izquierda Unida en el Consistorio cacereño.

¡Leonor se había leído el libro! Normalmente en muchos de estos actos los políticos se presentan con el texto escrito por alguien y se limitan a leer la chuleta de mejor o peor manera. Pero hoy la consejera sí se había leído el libro, y me ha hecho mucha ilusión comprobarlo. Ha sido un buen gesto por su parte, como también el que haya accedido a acompañarme en el acto. Se lo agradezco públicamente.

No me ha parecido que vinieran muchos medios. Incluso diría que en la presentación de mi anterior libro, en el Ayuntamiento, hubo más periodistas. Hoy estaban los justos, aunque si os soy sincero no eché en falta a nadie más. A lo mejor es que la sala de hoy, al ser más grande, daba una sensación de mayor desamparo y en el Ayuntamiento estábamos como más concentrados.

Mañana saldrán algunas reseñas en la prensa. También eso me da miedo, desde que existen los comentarios en los periódicos uno está expuesto a que cualquier te ponga a caer de un burro y se quede tan pancho. Son varios los ejemplos de colegas míos que han acabado en semejante pose. Confiemos en la educación y la buena fe de los que me comenten, si es que comentan algo.

Por cierto, creo que ya es hora de que os presente la bitácora que he estado escribiendo sobre mi libro. Ha sido un trabajo duro que a veces me ha impedido participar en el mirador tanto como hubiera deseado, pero el resultado creo que ha merecido la pena.

Echadle un vistazo, si queréis, en la siguiente página.

viernes, 16 de octubre de 2009

He tenido la Gripe A



Pues sí, camaradas, los que han sobrevivido a la gripe A os saludan.

La semana pasada, mi hijo se puso enfermo, le dolía la cabeza, estaba malhumorado, cansado, con fiebre, tos y mocos. No le afectó demasiado, estuvo unos 5 días malo y ni siquiera le llevamos al médico (craso error, de haber sospechado su origen no deberíamos haberle llevado a clase, donde, por cierto había bastantes niños con los mismos síntomas). Coincidió su mejoría con el empeoramiento de mi hija: dos días de fiebres altas y tos, dolor de cabeza y dolor en el pecho (ella nos decía, “me duele aquí, en el corazón”). A mi hija sí la llevamos al médico el pasado martes y, para mi sorpresa, la médica lejos de decirme que se trataba de un virus normal, y que no le diéramos mucha importancia, me comentó que la tuviésemos aislada y sin ir al colegio por lo menos hasta dos días después de que no presentase síntomas. A mi no se me había pasado por la cabeza que tuviera nada raro y le pregunté ¿pero, no me irá a decir que tiene la Gripe A?, a lo que me contestó que ellos no hacían ya pruebas de ese tipo, ni le ponían apellido a la enfermedad, pero que, cumpliendo el protocolo establecido, debían tratarla como si la tuviera.

Ese mismo día, yo empecé a encontrarme mal, destemplado y apagado. Conforme las horas fueron pasando, me empezaron a doler las articulaciones, a subir la fiebre y me entró una molesta tos. Por la noche ya superaba los 38 grados y pasé la típica y horrible noche de fiebre. Al día siguiente me notaba muy machacado, me costaba incluso caminar desde el pasillo a la cocina. Durante todo el día estuve igual, con mucha fiebre, aunque pasé la noche un poco mejor que la anterior. Ayer jueves fui al médico (no me habían podido dar cita antes). Habían pasado dos días desde los primeros síntomas y me encontraba mejor. Cuando entré en el Centro de Salud me fije que estaba lleno de carteles alusivos a la Gripe A, en uno de ellos se podía leer: “Si presiente que tiene la Gripe A, pida una mascarilla en recepción”. Una vez en la consulta, le expliqué a mi médica los síntomas y me revisaron a fondo, al finalizar me dijeron: “Mire, tiene usted la gripe, y en la fecha en la que estamos la única gripe que está activa es la gripe A, pero mantenga la calma, es una gripe que en la inmensa mayoría de los casos transcurre con una sintomatología leve, no obstante, al tratarse de una enfermedad muy contagiosa, deberá permanecer en casa y cuando salga a la calle llevará una mascarilla que le vamos a proporcionar”. De manera que me colocaron allí mismo la mascarilla y llamaron a un celador para que me acompañara a la zona administrativa y me gestionaran la cita del alta. Teníais que ver la cara con la que las personas del centro de salud me miraban, me sentía como un apestado, no me considero muy vergonzoso, pero fue una situación de lo más desagradable.

Hoy viernes estoy mucho mejor, he dormido sin problemas, no tengo fiebre ni tos. Sólo la resaca normal de haber pasado fiebre, pero nada más.

Mis conclusiones son las siguientes. Después de tanta publicidad como se le ha dado a esta enfermedad, uno siente cierto miedo al contraerla. Las respuestas de los amigos, compañeros y familiares, cuando les comentaba mi situación eran poco menos que de terror. Y no hay para tanto.

Mi experiencia, que coincide con la de otras personas que han padecido la enfermedad, es que se trata de una gripe como otra cualquiera, fiebre alta, malestar y dolor de huesos, una gripe que los niños la toleran mejor que los adultos. Lo que me ha llamado la atención es que viene acompañada de una tos fuerte, muy fuerte, improductiva y muy “agarrada” al pecho. Una tos casi dolorosa, que provocaba cierta sensación de ahogo. Creo que por ahí van los tiros de su peligrosidad. Si alguien posee problemas respiratorios se pueden ver agravados por la Gripe A. En mi caso, traté la fiebre con ibuprofeno y la tos con un antitusivo espectorante. También tengo la sensación de que es un tipo de gripe bastante contagiosa (aunque mi mujer, hasta hora, crucemos los dedos, no la ha padecido) y que por eso conviene quedarse el mayor tiempo posible en casa. Otra reflexión que hago es que si, durante las próximas semanas, se producen muchos contagios, el mero proceso de solicitar las bajas y el alta, pueden colapsar los centros hospitalarios. A mi me han citado para darme el alta seis días después de presentar los síntomas.

Una vez más se demuestra el grado de manipulación al que estamos sometidos. Los datos actuales demuestran que esta gripe es seis veces menos mortal que la Gripe común, la de todos los años. No obstante se ha declarado la pandemia mundial, se han comprado toneladas de Tamiflú, se está preparando una delicada vacunación mayoritaria y, sobre todo, se ha generado un estado de pánico general. Existen demasiados puntos oscuros en todo esto, me da la sensación de que, una vez más, alguien nos está tomando el pelo.

Para terminar os recomiendo mucho que visionéis este video, bastante aclaratorio de todo lo relacionado con la gripe A y su vacuna.

Salud para todos.


lunes, 5 de octubre de 2009

Periódicos viejos

Hay cosas que a uno no dejan de sorprenderle. La independencia de los medios de comunicación es una de ellas. Supuestamente el periodista trabaja en libertad, atendiendo sólo a criterios informativos o, en su defecto, criticando en aras del interés general. Pero todo el mundo sabe que esos buenos propósitos están fabricados sólo para aparecer en los libros de estilo. La llamada “línea editorial” no es más que una forma de encubrir una especie de sometimiento, a menudo sutil, a veces grosero, a un determinado poder político o económico. Lo hemos visto recientemente en un periódico de tanto prestigio como “El País” que de repente ha pasado de ejercer de trinchera socialista, a cruel azote del gobierno. Y no por un exceso de celo profesional, ni por contribuir a mejorar la crisis en la que estamos sumidos; el motivo, parece ser, es algo menos romántico, más ordinario: la no concesión de ciertas licencias relacionadas con la TDT de pago. No me la concedes después de lo que he hecho por ti, pues donde antes había flores ahora habrá palos.

Nada, no obstante, que a estas alturas nos pudiera sorprender.

El periódico ABC ha puesto en funcionamiento un servicio gratuito de un valor monumental. Su inmensa hemeroteca puede ser consultada fácilmente desde la siguiente página: http://hemeroteca.abc.es/

Y para mí, que soy coleccionista de periódicos antiguos, este descubrimiento me parece un auténtico tesoro. En cuanto pude, consulté la edición que se refería al día de mi cumpleaños, sin encontrar ningún suceso destacable. Luego me puse a curiosear en otras fechas bastante más convulsas. Por ejemplo, me llamaba la atención consultar el primer periódico posterior al alzamiento armado de 1936. La primera referencia, la encuentro en la edición del 25 de Julio (la guerra civil, como todos sabéis, se inició el 18 de Julio). La podéis ver pulsando aquí. En ella se habla de la adhesión inquebrantable del periódico a la República y al gobierno elegido por los ciudadanos, se tilda de traidores a personajes como Franco o Mola, y se declara lo que ellos llaman “Segunda Guerra de la Independencia.”

Pero amigos, si acudimos al periódico del 1 de Abril de 1939 (fecha oficial de finalización de la contienda), nos encontramos con la misma cabecera, pero ahora el contenido es muy diferente: los republicanos se han convertido en rojos, los traidores, en gloriosos caudillos y la segunda guerra de la independencia, en la “gloriosa cruzada contra los rojos”.

Entiendo que para el desorientado subscriptor del ABC estos cambios de rumbo debían mantenerle, ciertamente, perplejo.